En cuatro años, Petróleos Mexicanos dejaría de poseer hasta 50 por ciento de las gasolineras que actualmente mantiene en su franquicia, esto ante la apertura a empresas privadas para la distribución y venta de combustibles, según se estipula en la Ley de Hidrocarburos de la Reforma Energética.
Las empresas que llegarán al país para buscar predominar en el mercado nacional son Shell, Texaco, Exxon Mobile y Chevron, entre otras, las cuales ya se encuentran gestionando su llegada o incluso la compra de la infraestructura de estaciones de servicio a los empresarios nacionales.
No obstante, una vez que la ley permita la importación de gasolinas por parte de la iniciativa privada, la primera zona de impacto será la franja fronteriza entre México y Estados Unidos, ya que la logística para el transporte de estos petrolíferos será menos costosa por su cercanía con las plantas de almacenamiento ubicadas en el vecino país.
Según Pablo González, presidente de la Asociación Mexicana de Empresarios Gasolineros (Amegas), en los estados fronterizos se podrá apreciar el primer impacto de esta apertura.
Actualmente Petróleos Mexicanos tiene registradas al menos 10 mil 904 estaciones de servicio en todo el país. Sin embargo, tan sólo en los seis estados de la frontera con Estados Unidos se tienen tres mil 184 gasolineras, de las cuales al menos 31 por ciento, es decir, mil estaciones, podría dejar de Pemex en una primera fase para incorporarse a marcas extranjeras.
Hemos analizado y seguramente va a empezar con la zona fronteriza, con Tijuana y hasta el Golfo. Esa franja va a tener el impacto directo, porque ahí no se necesita ninguna infraestructura. De hecho, muchas empresas ya quieren traer sus productos como Shell, que está en las cercanías de Tijuana al otro lado de la frontera”, dijo.
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